martes, 14 de febrero de 2012

Elemento de la exposición, junto a una chimenea.
Fotografía: Romulo Pinheiro
Fotografía de los interiores de la exposición del palacio.
Fotografía: Romulo Pinheiro

"Brainstorming"

El Palacio del Infantado es historia, y esta es una de las ideas en la que nosotros, como ideadores y creadores digitales queremos explotar.
Dentro de la historia hallamos todas las ideas en las que nosotros queremos centrarnos, tales como el cambio y la evolución en la sociedad, el arte literario, arquitectónico y pictórico, y cómo cada uno nos aporta sus propias historias. Indagaremos en las ideas de la ruptura de lo convencional, la diversidad cultural que influye tanto en la adquisición y creación de ideas y además, en las ideas adquiridas en este presente gracias al pasado y las que se adquirirán en el futuro.

El Palacio del Infantado es historia y nosotros, valoramos la historia, fuente de conocimientos y entendimiento, reflejo de nuestro presente, base y aprendizaje para nuestro futuro.

Nuestra idea es nutrirnos de ella, envolvernos en su esencia y sacarle todo el jugo. Y, ¿Qué nos aporta la historia? Como su propio nombre indica, nos cuenta historias de personajes ilustres, de sociedades, de cambio y de evolución.
Nosotros queremos envolvernos en la historia de la familia Mendoza, habitantes del Palacio del Infantado por generaciones y todo lo que los envolvió.
Dentro de esta historia, muchos de nuestros personajes fueron un punto clave en la historia de la literatura, herencia rica y poderosa que poseemos de ellos.
El edificio en sí, también posee ideas. Nos habla de arte, de la ruptura de lo convencional dentro de la arquitectura, de la riqueza imaginativa y la simbología de todos los elementos, encontramos incluso ideas e historia en los frescos que en el interior del Palacio encontramos. El arte nos habla también de la diversidad de culturas que en este edificio se ve reflejado, apreciando como esto a su vez lo enriquece.
El presente es tan importante como el pasado por ello, hemos hecho hincapié en las influencias adquiridas del pasado como método para hacer algo productivo en el presente y el futuro, como es por ejemplo la multitud de actividades culturales que se realizan en él , tanto como una larga y rica jornada de cuenta-cuentos, donde se hace homenaje a la transmisión oral de las historias, y las representaciones de Don Juan Tenorio que se realizan anualmente.

Fotografía: Miguel Oñoro

DUCADO DEL INFANTADO

El Ducado del Infantado es un título nobiliario español concedido por los Reyes Católicos el 22 de julio de 1475 a Diego Hurtado de Mendoza, II Marqués de Santillana. En 1520 se le concedió la Grandeza de España de primera clase. Da nombre a la Casa del Infantado.

 Don Diego Hurtado de Mendoza y Figueroa

Don Diego Hurtado de Mendoza, fue el hijo primogénito de Íñigo López de Mendoza, I marqués de Santillana, de quien heredó el título siendo proclamado a su fallecimiento  II marqués  de Santillana. Algunos de sus otros títulos fueron  I Duque del Infantado, I marqués de Argüeso, I marqués de Campoo, II conde del Real de Manzanares, y IV señor de Hita y Buitrago.

Mecenas de las bellas artes, Inició el proyecto del Palacio del Infantado en Guadalajara. También  patrocinó la construcción del bello castillo de Manzanares el Real

En principio, durante la guerra civil en Castilla que comenzó en 1465, fue partidario de la princesa niña Juana la Beltraneja,  pero  en 1473 las gestiones de su hermano Pedro González de Mendoza el conocido como el cardenal Mendoza ante Alejandro Borgia de visita en Castilla y aliado de Fernando e Isabel provocaron  que cambiara de bando para apoyar a los Reyes Católicos tras una entrevista secreta con ellos.

Pedro González de Mendoza (cardenal)
Quinto hijo de Íñigo López de Mendoza  y hermano de Don Diego Hurtado de Mendoza.  Desde su nacimiento sus padres le destinaron a la carrera eclesiástica desde la cuna, constituyendo  una de las figuras más brillantes de la aristocracia de la segunda mitad del siglo XV, en el paso del mundo medieval al moderno.
Ocupó el Palacio del Infantado en Guadalajara, para poner sus casas principales. Reformadas sucesivamente por otros mayorazgos del linaje, entre ellos el primer marqués de Santillana, que en ellas vivió largas temporadas y mantuvo su principal biblioteca y estudio, fue hacia 1480 que el segundo duque del Infantado, don Iñigo López de Mendoza, decidió derribarlas y construirse un nuevo y esplendoroso edificio palaciego.
 Su vida privada no contó con el mismo prestigio. Al estilo de la época, acaparó cargos, residió en la Corte ausentándose de sus diócesis y consiguió legitimar a sus hijos naturales. Según las crónicas a don Pedro se le conocían tres hijos, que la reina Isabel conocía como "los lindos pecados del Cardenal.
En la actualidad, la estatua del cardenal Pedro González reside la plaza del Infantado.